"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo. " (Oscar Wilde)



martes, 30 de octubre de 2007

Picaros e inocentes

(Clica en la imagen para oír la canción)



Estirando el hilo de la entrada anterior he llegado a algunos apuntes que son los que quisiera transmitir en esta ocasión.

Que éste es un país donde la picaresca está siempre presente no es nada nuevo, no en balde existe un subgénero literario, la novela picaresca, que nació allá por el siglo XVI y que todavía se practica, del que nos podemos considerar orgullosos creadores. Uno de los más modernos pícaros que me ha hecho reír ha sido el “detective” protagonista de las obras de Eduardo Mendoza “El misterio de la cripta embrujada” y “El laberinto de las aceitunas” (el pasaje en el que se narra el intento para entrar en el colegio de las monjas lazaristas mediante la argucia frustrada de engañar a los perros guardianes con butifarras, es, bajo mi punto de vista, uno de los momentos memorables de la primera). Pero centremos el tema, que me estoy yendo por las ramas. Porque además los pícaros suelen caernos bien, son personajes divertidos e imaginativos que nos resultan simpáticos. Tal vez sea porque todos quisiéramos ser tan astutos como ellos y, de alguna manera, les envidiamos sanamente.

No pasa lo mismo con sus víctimas. Los inocentes suelen ser personajes grises y sin personalidad que nos parecen estúpidos y carentes de raciocinio y que, por lo tanto, se merecen caer en las trampas urdidas por los anteriores. Incluso tenemos un día dedicado a ellos, el día de los santos inocentes, en el que la gracia consiste en reírnos de los que nos rodean mediante “bromas” en las que intentamos que piquen inocentemente. Por supuesto, nadie quiere quedar en la evidencia de su candidez, el sentido de ridículo mezclado con el del orgullo no nos lo permiten (a mí la primera, que conste).

Y yo me pregunto… ¿no debería ser al revés? ¿no deberían ser los cándidos e inocentes los que nos llamaran la atención y a los que quisiéramos parecernos, en lugar de los pícaros y astutos?

O ¿ésta es solamente una pregunta inocente?

Ya estamos a vueltas con la doble moral…
***************

10 comentarios:

Prijuabe dijo...

Todos somos un poco picaros disfrazados, pero no todos tenemos esa simpatía o astucia, mas bien somos tan torpes y tan avariciosos que por eso caemos en las redes de los pícaros con tanta facilidad.
Personalmente me alegra ver que todavía funcionan timos como el de la estampita, hay que ser egoista y rastrero para querer engañar a un "pobre tonto", este es el motivo por el que me llaman más la atención los pícaros que los "inocentes", en el fondo, por lo menos se lo curran.

Besos picarescos.

María dijo...

Si te digo mi verdad como siempre suelo hacer, y no sé seré un bicho raro o qué, pero por lo que veo soy la excepción que envuelve toda regla, pero yo no quisiera parecerme a esas personas astutas que engañan a los demás, es más, me acabo de equivocar llamándolas personas porque ensucian esa palabra, yo les llamaría “ratas de alcantarilla”, aunque ni siquiera las ratas en su concepto de animales son como esas personas, y es que te lo digo esto con conocimiento de causa, porque fíjate me está viniendo a la mente un caso de timo y ahora mismo paso a contártelo.

Recuerdo hace más de 20 años, cuando yo estaba en la Sucursal de un Banco haciendo gestiones, y había un señor muy trajeado a mi lado, que se puso detrás de una persona anciana que estaba sacando dinero y lo metió en un sobre en el bolsillo de la chaqueta, y ese señor trajeado lo vió todo e intentó entretenerle ensuciándole con un líquido verde a la persona anciana sin que se ésta diera cuenta, y mientras que le ofrecía muy amablemente un pañuelo y se limpiaba el pobre anciano, el sinvergüenza del timador saló huyendo, y fue luego cuando todos los que estábamos allí nos dimos cuenta de todo, pero fíjate como nos engañó a todos los que allí estábamos, y sobre todo a esa persona anciana que se quedó sin el dinero que menudo disgusto se llevó.

Esta vida está hecha para el sinvergüenza está visto y comprobado, pero yo no quisiera ser pícara ni astuta, ni siquiera una pizca, prefiero seguir siendo boba e ignorante; yo adoro a las personas que son inocentes, y procuro estar siempre del más débil porque así me siento yo, y, aunque en el caso que te conté a mí no me afectó para nada el engaño, así me sentí, engañada, porque no me dí cuenta de la astucia del timador, y sobre todo por no haber podido haber hecho nada para ayudar a la persona anciana.

Besos siempre inocentes.

mangeles dijo...

El ingenio siempre gusta,la picesca gusta porque es ingenio. La inocencia es virtud, y por lo tanto díficil pero nada emocionante. Vamos digo yo, por decir algo, jejee

Luna Azul dijo...

Hola lemoinestar. Muchas gracias por tus palabras en mi libro de visitas y en la entrada y, como no por contarme como se celebra en vuestra tierra. No lo sabía y así no me fui a la cama sin saber una cosa más.
Respecto a tu entrada no puedo olvidar a los protagonistas de la novela picaresca antigua que resultaban tan divertidos e ingeniosos.
Pero quisiera distinguir entre pícaros y timadores.
Como bien dice maría no me gustaría parecerme a esa gente que se dedica a engañar a los demás de manera tan cruel y principalmente a gente mayor. Incluso compañías de telefonía que mediante el teléfono embaucan a personas mayores.
Pero también bernione dice algo que tiene razón los timados son también egoistas y por eso caen en la trampa, quieren ganar dinero a costa de un "pobre tonto". La avaricia les hace caer en la trampa.
Besitos MUACKSSSSS
Ah y genial el vídeo

María dijo...

Leimonestar pero joer qué pilladas estamos cielo, que no tenemos tiempo de na de na, ni siquiera de contestar a nuestros comentarios, si es que tenemos tantas cosas pendientes que no se como damos tanto de sí. Oye luego a ver si me pongo ya de una vez seria y contesto a tu comentario de mi espacio de msns, es que mira me tengo que poner seria jaja y eso ... eso cuesta ¿eh? pero lo intentaré, sino es hoy mañana, es que ... joer tía ... eso de hablar de la muerte me da cierto repelus, fíjate hasta dónde llega la educación que nos inculcaron ¿te das cuenta? seguro que si fuera contestar el comentario sobre otra cosa ya lo hubiera hecho jaja.

Feliz fin de semana, pásalo bien, y te mando un fuerte abrazo y un beso.

lemoinestar dijo...

Berni,
tienes razón, los timos funcionan porque el timado se cree "más listo" que el timador...

Besos pícaros.

María,
me temo que eso que nos comentas, entra dentro de lo que podría llamarse más un hurto o un saqueo que un timo en sí, en este caso no se ha jugado con la credulidad de la victima sino que simplemente se la ha despistado para poder robar con más tranquilidad. Un hecho realmente lamentable.

De todas formas, tengo la sensación de que te veo un poco pesimista. A la mala gente se la ve mucho pero, afortunadamente, son los menos. Sigue habiendo muchas más buena gente ;-)

Gracias una vez más por tus comentarios.

Besos bondadosos.

MAngeles,
pues algo de eso ahí, tienes razón.

Gracias por dejar la huella de tu paso.

Besos.

Ana,
al contrario, gracias a ti por tus aportaciones.

Creo que es cierto, la picaresca nos seduce a tod@s.

Muxu bat.

María,
eso de que los días sólo tengan 24 horas...

Feliz y provechoso fin de semana.

lemoinestar dijo...

MAngeles,
juéeeee... que no es ahí, que es "hay"... ¡¡¡Ayyyyyy!!!

. dijo...

Desde la apertura de la operación Malaya encuentro que hay demasiado aficionado a la picaresca en este país.

María dijo...

Leimonestar, me bloqueo antes estos sucesos y me duele porque me llegan al alma, sobre todo cuando quiénes las víctimas son unas personas mayores o incapaces de defenderse, como es el caso que te he contado, y más haber estado viviendo y presenciado el suceso.

¡Ójala el día estuviera envuelto en dos!, no veas cómo noto cada vez más lo cortos que son los días, ¿será que me estoy haciendo vieja?

Besos largos.

lemoinestar dijo...

S (ese),
¿siempre y en todo los tiempos pasados fueron mejores?

María,
cuando esos personajes escogen a sus víctimas no lo hacen al azar, las personas más vulnerables son sus elegidas.

Besos de tarde de domingo.