"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo. " (Oscar Wilde)



viernes, 14 de diciembre de 2007

Un gran descubrimiento






El otro día fui al cine, la película de vi, “La Brújula Dorada”, una película fantástica de las que se han estrenado este año en la campaña navideña y que viene precedida de una polémica importante sobre sus contenidos en contra de la institución de la iglesia católica que le proporciona un valor añadido a la hora de convertirse en un éxito seguro de pantalla. Sin embargo no es hacer una crítica de esa película lo que me ha empujado a ponerme a escribir ahora, si no que ha sido lo que descubrí mientras estaba viéndola. Ha sido un descubrimiento que me ha dejado anonadada y obnubilada, algo que hasta ahora no entendía y que clarifica muchas de las dudas existenciales que a lo largo de los años se me han ido produciendo respecto a mis comportamientos. El descubrimiento que he realizado y que hoy quiero compartir con vosotros, es que, al igual que la “prota” de la “peli”, Lyra Belacqua (interpretada por la niña Dakota Blue Richard), ¡¡¡YO TAMBIÉN TENGO UN DAIMONION!!!

Porque, aunque no lo creáis, muchas veces me he preguntado a mí misma cómo eran posibles esas contradicciones mentales que tantas veces me dejaban tan desconcertada; cómo era posible que toda una señora, tan sensata y formal, pudiera, en ocasiones, mostrar ese lado trasgresor y alejado de las conveniencias sociales que muchas veces me impulsaba a hacer cosas inesperadas y sorprendentes.

Ahora que, por fin, he visto claro cuál es el origen de mis contradicciones, he hecho lo que cualquiera, dotado de buen sentido, hubiera hecho en mi lugar: aceptar su existencia sin oponer resistencia y decidir convivir en armonía con él, puesto que, los pensamientos coloristas e, incluso, descabellados de mi daimonion particular –que hasta ahora ha intentado imponerme a la fuerza, mientras yo luchaba inútilmente por reprimirlo arrinconándolo en el lugar más escondido del fondo de mi armario, del que frecuentemente lograba escapar para posarse sobre mi hombro y así dirigir mis pensamientos con las palabras que de forma convincente iba susurrando en mi oído, obligándome a hacer su santa voluntad- me pueden permitir una mayor riqueza intelectual, por el contraste, en mis propios razonamientos.

Así es que, después de largas conversaciones con mi daimonion, hemos llegado a un pacto de no agresión mutua, seguiré haciendo mi vida como de costumbre, pero le llevaré siempre conmigo para que me vaya dando libremente sus opiniones y me ofrezca el contrapunto a esos razonamientos tan sensatos y cabales que suelo tener. Creo que puede ser una experiencia enriquecedora y, a la vez, muy divertida.

Mi daimonion, que se llama NuN, es, casi siempre, una especie de osito de peluche con un suave pelaje dorado, unos ojos vivos que adquieren un brillo luminoso cuando tiene una de sus geniales ideas y una sonrisa maravillosa que derrite el corazón más duro. Es un duendecillo dulce y tierno que esconde tras su inocente apariencia una mente ágil y despierta, a la vez que perversa, y una lengua afilada, casi viperina cuando se enfada y adopta la figura de un tigre furioso -suavizada por la forma afrancesada que tiene de pronunciar las erres-, capaces de desarmar, con simpatía, humor ácido, fina ironía y buenas palabras, a todo el que se le pone por delante (os lo digo por mi propia experiencia).

A partir de ahora, NuN tendrá también su lugar en este blog, no os extrañéis, pues, si algunas veces, pocas porque es muy tímido, le cedo el teclado para que pueda manifestar sus puntos de vista. Estoy segura que, al igual que a mí, NuN os va a enamorar. Espero que le leáis con el mismo cariño con que me leéis a mí y que pronto sea también vuestro amigo, porque como todos los daimonions, NuN es una parte de mí.


-NuN, he aquí a mis lectores…





-Queridos lectores, éste es NuN, mi daimonion…

7 comentarios:

. dijo...

Es lo mas raro que he leído en lo que llevo de día. Y mira que he leído cosas raras hoy.
Cuando pueda iré a ver la peli y lo vuelvo a leer, a ver que tal.

María dijo...

Sí, esa película la he visto anunciada, quizá vaya a verla, lo que pasa es que las películas de fantasía no me atraen mucho, pero como he visto que es para menores, quizá la lleve a mi hija a verla, pues solemos ir de vez en cuando al cine, sobre todo más que nada por las palomitas jaja (es broma, las palomitas normalmente las suelo hacer en casa viendo alguna película), bueno pues cuando la vea ya te contaré mi opinión.

Las otras cosas que has dicho, me imagino que tendrán que ver con la película, por lo tanto, no lo he entendido muy bien, y hasta que no la vea, no puedo opinar.

De todas formas gracias por presentarnos a un nuevo personaje, seguro que nos dará nuevas sorpresas, de eso estoy segura, pues siempre hay nuevas cosas por descubrir en esta vida.

Besos para el nuevo personaje, y sobre todo para tí.

¡¡¡¡¡¡¡¡FELIZ FIN DE SEMANA LEIMONESTAR!!!!!!!!!

Prijuabe dijo...

lemoinestar:
Todos deberiamos soltar de vez en cuando a nuestro daimonion particular, pero somos demasiado correctos a veces por temor a hacer daño con el a quien nos rodea. Daremos la bienvenida a NuN (todavía no se si con un abrazo o un beso) y espero que alguna vez sepa hacerme una critica (espero que no demasiado dura jejeje) que me haga aprender algo nuevo y a mejorar personalmente.

Besos en busca de mi daimonion.

mangeles dijo...

Pos a mí me parece un osezno...de esos que parecen muy dulces, y como te acerques te arrean un zarpazo y te dejan descuageringaoooo un mes..pero si tú dices que es un DAIMONIO pues fale...pero en mi pueblo es un osezno más grande que yo (eso es fácil con 1,50).

Luna Azul dijo...

Hola wapa buenas tardes, no he visto la película pero iré, tengo veerdadera curiosidad, después de lo que nos has relatado. Y doy la bienvenida más cariñosa a NuN (por si acaso) parece un oso tierno pero me temo que sólo son apariencias, sus garras me dan miedo, espero que nunca me alcancen. A lo sumo algún zarpazo muy muy muy suave Jajajaja.
Un abrazo sin zarpas

lemoinestar dijo...

S (ese),
Bueno, pues ya me contarás si al final te ha quedado claro lo que he escrito que ahora me has dejado preocupada…


María,
Imagino que a tu hija le encantará la película, espero que disfrutéis viéndola. Te puedo garantizar que mi daimonion es muy sorprendente.


Berni,
Los daimonions tienen las dos vertientes, en el fondo igual que las personas, no en balde son las almas humanas con una representación animal. Espero que pronto se manifieste tu daimonion.

Estoy segura que a NuN le va a gustar más un abrazo que un beso viniendo de ti ;-). Yo, en cambio, me quedo con tus besos y dejo otros tantos para ti.


MAngeles,
Cada daimonion adopta una forma animal dependiendo de su propietario, el mío, como puedes ver, es como un osezno, pero cuando saca su "caràcter"... ¡tela marinera! ¡entonces sí que se convierte en un "gigante"...!

Ana,
No temas demasiado por las zarpas de NuN, en secreto y sin que nadie se entere, te diré que se come las uñas ;-).


Besos y feliz semana para tod@s.

NIGHTRANGER dijo...

Huysss. Me falta tiempo para todo.

Mola tu Daimonion particular... pero... creo que lo he visto en una peli.
No es el Nun que descuartizaba a su vecina porque no le hacia caso ??

Gracias por la recomendación, vere la peli.

Petonets de Canyella.