"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo. " (Oscar Wilde)



miércoles, 19 de diciembre de 2007

Hablar por hablar


Más vale parecer un idiota con la boca cerrada,
que abrir la boca y disipar toda duda.

El Chonji

Este mundo de la blogosfera, o Blogilandia, nombre que a mí personalmente me gusta más, es como un nuevo País de la Maravillas –siempre me he considerado una “Alicia”, eterna curiosa que se mete en mil líos por sus ansias de conocer (uno de mis personajes literarios favoritos, claro está). Leer blogs se ha convertido ahora en otro de mis vicios habituales. Hay blogs intelectuales que son una auténtico manantial de sabiduría, blogs de opinión en los que te encuentras comentarios sobre las más variadas cuestiones, blogs temáticos sobre cualquiera que sea el tema que te plantees, blogs literarios en los que quien allí escribe manifiesta sus dotes en ese sentido, blogs personales que son un reflejo de la personalidad real o ficticia de su autor… en fin, infinidad de tipos de blogs, algunos francamente interesantes y admirables, y otros que no tienen si quiera el más mínimo respeto a las reglas gramaticales de la ortografía y la sintaxis, por no decir nada del contenido de las entradas que en ellos se exponen de interés escaso o nulo. Todos sobreviven en este nuevo universo y todos son igualmente válidos y respetables, cada uno decide cual de esos blogs desea leer por lo que le puede aportar o cual desea ignorar.

Desde hace algún tiempo, uno de mis contactos en Messenger tiene como presentación la frase que hoy encabeza este escrito y cada vez que abro la ventana de contactos, la frase sale a mi encuentro. Desde que la leí no he parado de preguntarme si el enunciado de la misma me lo debería aplicar o no, después de todo, por aquí no hago otra cosa que hablar por hablar y, seguramente, demostrar mi idiotez. Tranquilos que no os voy a poner en el compromiso de tener que contestar a esa pregunta, todavía recuerdo lo que me decía mi madre con su sabiduría en “zapatillas” cuando alguna de las respuestas a mis infantiles porqués me desagradaba: “si no quieres que te respondan lo que no quieres oír, no preguntes”… “porsiaca” no preguntaré… mi intención es seguir escribiendo porque me encanta hacerlo y una respuesta afirmativa podría dar al traste con mis ánimos pseudos-literarios.

Pero, volviendo a la frase de referencia, y enlazando con el párrafo anterior, me planteo que sí, que debo seguir hablando por hablar o dialogando conmigo misma, porque, a pesar de mis dudas e inseguridades, mi blog, sin falsa modestia, jejeje, tiene unos mínimos que no tienen alguno de los blogs que he visitado y, por lo tanto, puede continuar habitando en este País de las Maravillas sin desmerecer. Así es que, seguiré con la boca abierta y, si alguien se anima a crear un debate sano y constructivo sobre los temas que vayan apareciendo me sentiré doblemente encantada.

Lo que no voy a aceptar es a esos personajes que en el mundo “blogero” se denominan “trolls”, personajes que no aportan nada a la buena marcha del blog, hablando por hablar sin decir nada y envolviendo su discurso vacío, a veces, en hipócritas palabras de halago o, bien, entrando en el terreno de la descalificación personal, buscando sólo llamar la atención sobre sus insulsas personas. Sus comentarios no serán eliminados en este blog porque es un blog abierto con un gran respeto a la libertad de expresión de todos los lectores o bloggers que deseen seguir visitando esta página, pero me reservo el derecho a responderles porque prefiero emplear mi tiempo en cosas que me aporten algo más positivo. Esos “trolls” sí que deberían aplicarse la frase que ha dado origen a esta entrada.

Espero que con esto no se me tache de maleducada o de anfitriona poco hospitalaria. Mi objetivo al hacer esta entrada ha sido sentar las bases para el buen funcionamiento del blog de ahora en adelante y para evitar quemarme por sentirme obligada a cumplir compromisos que me vienen impuestos y no deseo adquirir. Creo que la tranquilidad anímica que voy a conseguir con esta decisión, redundará en beneficio del resto de lectores y comentaristas que me sigan leyendo.




10 comentarios:

Angel dijo...

apoyo la moción

Alvargonzalo dijo...

¡Felices Fiestas!

Luna Azul dijo...

Somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios. Sssssssshhhhh.
Besos

Prijuabe dijo...

Completamente de acuerdo y también con el comentario de Ana.

Besos con pensamientos.

María dijo...

Leimonestar:

Respeto y comparto tu decisión puesto que cada uno somos libres de ellas.

Ya no te voy a volver a dar más el coñazo, sólo quiero desearte de corazón:

¡¡¡FELIZ NAVIDAD, FELIZ AÑO NUEVO, FELICES DÍAS SIEMPRE!!!

mangeles dijo...

Callar es dejar de ejercer el derecho a la expresión y a la opinión, y la dejación de un derecho fundamental es una atrocidad, es la autocensura y la automutilación.

A mi la frase de tú amigo no me gusta. Creo que todo el mundo debería expresarse y comunicarse más, y mostrar y mostrarse más, y hablar por hablar, a pesar de todo...

Hay que ser valientes para ser libres.


Y no apoyo tú moción...Discrepo

Besos

Feliz Navidad

. dijo...

Es un blog.
Solo eso.
Tampoco es cuestión de comerse la cabeza en exceso por lo que puedan pensar los demás.
Vamos, digo yo.

lemoinestar dijo...

Ángel,
Pues no hay más que hablar, jajajaja

Alvargonzalo,
Te deseo lo mismo para ti y los tuyos… con saquitos.

Ana y Berni,
Encontrar el equilibrio entre las palabras y los silencios es todo un arte, de vez en cuando conviene ser auto-críticos para saber hasta donde tenemos que hablar y hasta donde tenemos que callar, y, como todas las artes, una muestra de inteligencia y de sensibilidad.

Besos equilibrados.

María,
Qué seas muy feliz, en estas fiestas y en cada uno de los días de tu vida.

MAngeles,
Los derechos son algo inalienable de todas las personas, pero no debemos olvidar que vivimos en una sociedad en la que también hay deberes. Todos tenemos el derecho a comunicarnos y también tenemos el deber de respetar a los demás y no molestarles con nuestras palabras.

Comparto contigo la idea de que todos deberíamos comunicarnos más, en ningún momento he dicho que no sea necesario. El aumento de los medios de comunicación entre los seres humanos, bajo mi punto de vista, pone en evidencia la poca comunicación que existe en muchos casos; ahora bien, cada uno debe valorar cuál es el medio más adecuado para comunicarse en cada momento… Todo esto sería un tema de debate lo suficientemente amplio como para una nueva entrada… tomo nota de ello ;-).

Querida MAngeles, con las frases célebres ocurre lo mismo que con los refranes, existen de todo tipo, incluso, las hay contradictorias. La frase que he utilizado para ilustrar estos comentarios no significa que tenga que ser absolutamente cierta, es, simplemente, la frase que mejor expresaba lo que en ese momento quería transmitir.

Respeto totalmente tu opinión, me considero una persona abierta y este blog, como ya he indicado en la entrada, esta a abierto a todo el mundo que tenga algo que decir, simplemente he hecho hincapié en que me reservo mi propio derecho de contestar a los comentarios reiterativos y que no aporten nada al debate establecido.

Gracias por tu aportación, que, como puedes ver, ha dado lugar a una nueva serie de reflexiones.

Besos libres y valientes.

lemoinestar dijo...

S (ese),
Anda... me has pillado respondiendo y no había visto tu entrada...

Efectivamente, todo tiene una importancia relativa. Aunque en este caso no se trata tanto de lo que puedan pensar los demás (aunque lo respete), como de lo que pienso yo ;-).

mangeles dijo...

Esa es mi xica jejejee