"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo. " (Oscar Wilde)



miércoles, 30 de mayo de 2007

¡¡¡Qué me quede como estoy!!!


Somos lo que somos y es a través de las personas de nuestro entorno que sentimos nuestra existencia, esto tal vez sea una perogrullada, pero es lo que siento en este preciso momento.


Acabo de hablar por teléfono con un buen amigo, Vicente, un amigo reciente con el que comparto risas e ideas, cosa bastante difícil en general porque no todo el mundo está por la labor, hacía días que no sabía de él pero al principio no había prestado atención a su silencio. En alguna de mis últimas horas bajas ha aparecido siempre de manera casi mágica y, sin embargo, llevaba días sin decir nada. Al final hoy me he decidido a preguntarle a una amiga común y me he enterado que ha estado muy mal, muy enfermo.


Esta mañana, pensando en que escribiría hoy por aquí (tenía varios temas que me rondaban por la cabeza) he pensado en él. Venía al caso cuando pensaba en el cliente de ayer, un moldavo que me explicaba alguna de sus aventuras de inmigrante y que me hizo reflexionar sobre las dificultades que atraviesan los seres humanos y en lo agradecidos que deberíamos de estar en muchas ocasiones por estar como estamos; dándole vueltas a eso, he pasado a pensar en lo que conozco de la vida de Vicente y lo duro que me parece lo que le sucede. Parece ser que al final todas esas vivencias le han pasado factura. Pero no es eso lo que me ha dejado jodida…


Lo que me ha jodido ha sido no haber estado más pendiente de lo que le podía suceder, de lo extraño que era que estuviera ausente durante tantos días… También me ha jodido que no haya dicho ni media palabra ni enviado ninguna señal de humo… Ahora me estoy machacando por mi insensibilidad y por mi egoísmo.


Y quisiera que escribir me estuviera sirviendo de terapia como en otras ocasiones, pero no acabo de conseguirlo. En las últimas 24 horas se han ido sucediendo una serie de acontecimientos insignificantes que me han llevado a este punto. La carta de Ángel, la charla con el moldavo, lo que he estado hablando con mi jefe este mediodía, la noticia de la enfermedad de Vicente…
Si es que en el fondo no tengo motivos para quejarme…


Dejo esto aquí, tengo que seguir produciendo… luego acabaré de pulir el post, desde luego hoy la canción tiene que ser esa… y la imagen... pues eso... el gusano de Vicente, con gafas para ver si se entera un poco de la película (quien se tiene que enterar es el gusano, por supuesto).