Ayer lo escuché por la radio y hoy aparece en la prensa: “En sólo 20 horas llovió más que en todo 2005 en Castilla-La Mancha, la comunidad más afectada por el temporal de lluvia”. Pero no ha sido sólo allí donde el temporal se ha mostrado en toda su crudeza, desde hace unos días casi toda la península ha resultado afectada, viviendas inundadas, vías de comunicación cortadas, cosechas perdidas...
Mi colega Rafa me contaba hace algunas semanas lleno de satisfacción que en su finca de la provincia de Toledo habían vuelto a anidar este año las cigüeñas y que era un “lujazo” ver desde las ventanas de su casa la imponente “vivienda” de las aves. Me explicaba con admiración como la pareja había ido construyendo su nido con paciencia y dedicación… Este fin de semana el temporal ha tirado por tierra el fruto de tanto esfuerzo…
Gea (la de los anchos pechos), la madre primigenia, que surgió del Caos y concibió a Urano (el cielo estrellado), sin “dulce unión de amor”, para que la cubriera y pudieran engendrar toda la vida, está enferma. Gea, madre amorosa que ha parido a todos los seres vivos que habitan sobre ella, está siendo agredida por uno de sus hijos: el ser humano, el único que, “afortunadamente”, tiene inteligencia…
Durante miles y miles de años (según la forma de medir el tiempo de los humanos), todas las especies existentes han vivido en armonía en el refugio que Gea les proporcionaba, pero desde que empezó la revolución industrial, hace un par de siglos, este equilibrio se está rompiendo continuamente y muchas especies están siendo afectadas. Gea, que mide su tiempo de manera diferente, se va adaptando a estos cambios, es posible que llegue el día en que tanto progreso resulte insostenible para el propio ser humano y desaparezca.
No sé que habrá pasado con las cigüeñas de Rafa… tal vez hayan sido unas víctimas más de la adaptación de Gea a las agresiones humanas. Sea como sea, Gea continúa y continuará su vida. En nuestras manos está el plantearnos si podemos poner remedio a tanta agresión…
Mi colega Rafa me contaba hace algunas semanas lleno de satisfacción que en su finca de la provincia de Toledo habían vuelto a anidar este año las cigüeñas y que era un “lujazo” ver desde las ventanas de su casa la imponente “vivienda” de las aves. Me explicaba con admiración como la pareja había ido construyendo su nido con paciencia y dedicación… Este fin de semana el temporal ha tirado por tierra el fruto de tanto esfuerzo…
Gea (la de los anchos pechos), la madre primigenia, que surgió del Caos y concibió a Urano (el cielo estrellado), sin “dulce unión de amor”, para que la cubriera y pudieran engendrar toda la vida, está enferma. Gea, madre amorosa que ha parido a todos los seres vivos que habitan sobre ella, está siendo agredida por uno de sus hijos: el ser humano, el único que, “afortunadamente”, tiene inteligencia…
Durante miles y miles de años (según la forma de medir el tiempo de los humanos), todas las especies existentes han vivido en armonía en el refugio que Gea les proporcionaba, pero desde que empezó la revolución industrial, hace un par de siglos, este equilibrio se está rompiendo continuamente y muchas especies están siendo afectadas. Gea, que mide su tiempo de manera diferente, se va adaptando a estos cambios, es posible que llegue el día en que tanto progreso resulte insostenible para el propio ser humano y desaparezca.
No sé que habrá pasado con las cigüeñas de Rafa… tal vez hayan sido unas víctimas más de la adaptación de Gea a las agresiones humanas. Sea como sea, Gea continúa y continuará su vida. En nuestras manos está el plantearnos si podemos poner remedio a tanta agresión…
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