"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo. " (Oscar Wilde)



lunes, 28 de mayo de 2007

Lo que quiero no me lo dan y lo que me dan no lo quiero

Mañana de domingo, sol y calor. Un hombre y una mujer en la acera, junto a un corcel de metal se preparan para salir en busca de la libertad, en busca del viento y del mar. La “chupa” de cuero, el casco integral y los guantes les transforman en jinetes negros, de apariencia casi extraterrestre. Acaban los preparativos y ambos cabalgan, los cuerpos se acoplan, el corcel ruge y empieza a galopar, las palabras callan y cada uno se concentra en sus propios pensamientos. Él se siente nervioso y esperanzado, ha decidido aprovechar el día para decirle a ella que quiere iniciar una relación “especial” y piensa en cuál será el mejor momento para llevarlo a cabo. Ella también está nerviosa porque sabe lo que va a pasar y quisiera que no llegara ese momento, que las cosas así ya están bien…

La luz de un semáforo les corta el paso, él se gira levemente hacía ella, coloca con suavidad la mano sobre su rodilla y realiza una ligera presión mientras le pregunta con ternura: “¿vas bien?”. Ella mueve ligeramente la cabeza en un movimiento afirmativo porque un nudo en la garganta le impide articular ni una palabra, al tiempo que siente que en sus ojos se acumulan las lágrimas y empiezan a descender mansamente, la visera del casco impide que nadie se percate de su lento avance.


Una vez más la historia se repite…

Éste es mi cruel destino...
De vez en cuando voy teniendo posibilidades de ir cambiando mi vida y, sin embargo, ninguna de esas ofertas acaba de satisfacerme. Siempre quiero algo diferente.

Cuando soy consciente de lo que me sucede no puedo alejar de mi interior la tristeza. Quizás sí que tenía razón quien hace algún tiempo me dijo que siempre me fijo en lo que no me interesa, que me seduce la perversión y no sé valorar la bondad de lo que tengo al alcance de la mano.


3 comentarios:

Prijuabe dijo...

Quien busca encuentra y tu no tienes porque ser menos. Es cuestion de tiempo, no dudes que algún día llegará lo que buscas Y ese día todo serán flores y campanas de alegría para tí.

lemoinestar dijo...

Gracias una vez más, Bernardo, aunque ya sabes que yo de momento no busco nada, simplemente me conformo con ir encontrando. Sé que soy "nu rarita" así es que creo que es casi imposible que pueda encontrar nada duradero. Lo tengo asumido, tampoco estoy tan mal como estoy.

Prijuabe dijo...

No creo que seas "mu rarita", simplemente sabes perfectamente lo que buscas y no lo has encontrado todavía. Además, si estas bien así, que más da lo demás. Lo importante es ser feliz con uno mismo.