"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo. " (Oscar Wilde)



jueves, 17 de abril de 2008

¡Bendita agua!




Hoy nos hemos levantado con lluvia, algo extraño en los últimos tiempos en esta zona. Esta mañana me he asomado a la ventana para ver como llovía, como el agua iba lavando las plantas de la terraza que habían adquirido ya un tono grisáceo. En esta zona mediterránea los verdes no son luminosos como en otras zonas de la península; en la ciudad, sobre todo, el verde tiene siempre unos tonos oscuros, la contaminación se deposita sobre las hojas creando una capa grasienta de color negruzco que no deja ver el color original de las plantas y los parterres de césped presentan en cualquier época del año un tono agostado y pajizo por la falta de humedad. Mientras veía caer las gotas de agua algunos pensamientos se han ido esbozando en mi mente y me ha parecido oportuno plasmarlos aquí.

Este año ha sido un mal año para las nieves y las lluvias, los embalses que forman la despensa hídrica de la zona están bajo mínimos y la amenaza de restricciones pende sobre todos los habitantes. La polémica se ha desatado en las últimas semanas respecto a cómo solucionar el conflicto, el viejo debate sobre la necesidad o no de realizar un trasvase de agua desde otros lugares más favorecidos se ha vuelto a abrir con más intensidad dada la inminencia del problema y con él, los antiguos odios contra los catalanes, propiciados por los políticos de cualquier ralea y por los medios de comunicación partidistas, en beneficio propio, a lo largo de una historia más o menos reciente.

Barcelona y su área geográfica concentra una densidad de población muy superior a otras zonas, muchos de los que aquí vivimos lo hemos hecho por necesidad, una necesidad que no hemos creado, sino que han sido los intereses políticos y económicos los que nos llevaron a nosotros o a nuestros antepasados a venir a trabajar al lugar dónde había trabajo. Actualmente somos ciudadanos catalanes, vivimos en Catalunya y amamos esta tierra porque es la que nos ha alimentado, nos ha permitido vivir y desarrollarnos y nos ha dado su cultura, una cultura enriquecida por el aporte que todos los que vinieron de diferentes lugares han realizado también, una cultura que, para la gente corriente, está basada en la aceptación de la diversidad y en el respeto hacía todas las gentes de cualquier procedencia. Por todo ello, no creo equivocarme al decir que la gente de la calle, el metro, los bares, los mercados, los restaurantes, la inmensa mayoría de la población de Catalunya… lo que deseamos es vivir en paz y tranquilidad sin todas esas guerras mediáticas en las que nos quieren involucrar, que la independencia es algo que no va con nosotros ni acabamos de entender, pero sí que estamos interesados en que este pequeño país salga adelante, en que tenga sus necesidades cubiertas, en que estemos dotados de unas infraestructuras que nos permitan vivir con la calidad de vida que nos merecemos después de toda una vida trabajando duramente y pagando religiosamente nuestros impuestos, una calidad de vida que, con el paso del tiempo, vemos que se va deteriorando y sino, basta dar un repaso a diferentes aspectos, ahora es el problema del agua, pero también lo fue hace poco el del suministro eléctrico por falta de mantenimiento de las redes, el AVE que ha llegado con excesivo retraso a esta comunidad y que no se sabe cuando llegará a Europa, la cuarta pista del aeropuerto, los peajes de las autopistas catalanas…

Esta gente de a pie también pensamos que todos los pueblos nos necesitamos, que debe existir una solidaridad entre los diferentes pueblos, nacionalidades, naciones, países… o cómo se les quiera llamar. Hay bienes que no son de tal o cual lugar, hay bienes que son de toda la humanidad; el agua, la energía, los medios de transporte deben gestionarse de manera conjunta y solidaria y sería misión de todos los políticos en el poder (como representantes de esos votantes anónimos que les han encumbrado) sin importar las siglas (puesto que las ideologías ya no importan), quienes deberían gestionar los recursos de manera que pudieran ser accesibles para el conjunto de la sociedad, sean quienes sean los que puedan necesitarlos en cada momento. De la misma manera que es responsabilidad de todos esos políticos realizar las oportunas previsiones respecto a las necesidades que se puedan ir presentando en un futuro y de llevar a cabo las inversiones necesarias para cubrirlas de manera satisfactoria.

No puede ser que asuntos de tanta importancia como una política hidrográfica se alarguen durante años y años sin llegar a ponerse en funcionamiento de manera sistemática. No vale tener que recurrir a remedios de emergencia cuando se presenta el problema, remedios que tan caros nos cuestan a estos pobres ciudadanos corrientes y molientes y que, sin duda, permitirán hacer un buen negocio a los encargados de llevarlos a cabo. No se puede estar siempre esperando a estar con “el agua al cuello” (perdón por el sarcasmo) para esperar soluciones, no se puede seguir viviendo de la chapuza y la improvisación…

Éstas son las cosas que nos preocupan a las gentes de la calle cuando miramos por la ventana y vemos caer las gotas de lluvia, mientras pensamos: ¡bendita agua!



10 comentarios:

Luna Azul dijo...

Que llueva, que llueva,
la Virgen de la Cueva,
los pajaritos cantan,
las nubes se levantan,
¡Que si, que no,
que caiga un chaparrón!

Enhorabuena por la lluvia.
Menuda guerra política se ha montado que si es trasvase que si no lo es. Vamos palabras y palabras y pocos hechos. ¿Tanto les habría costado poner soluciones sin necesidad de llegar al límite?. Y hace pocos días abriendo las compuertas de los embalses en mi tierra porque rebosaban.
Aparte de cantar para que siga lloviendo, me pondré de acuerdo con las amigas para ponerte una manguera directa y mandarte agua.
Un besito

mangeles dijo...

Muy buena defensa de lo que es tuyo...tú ciudad y tú tierra...NADIE QUE HAYA VISTO BARCELONA como tú nos la enseñaste puede tener nada contra los catalanes.

Petones ( está bien??) y APAPACHOS JEJEEE

(En Madrid también llueve hoy)

ybris dijo...

A repartir tocan.
No es justo que unos pasen sed mientras otros están hasta el cuello de bendita agua.

Besos

Angel dijo...

Cava el pozo antes de tener sed (proverbio chino)

Buscar en internet AlbertovazquezFigueroa@telefonica. com o algo asi .net .es, inventor tiene la solución y el gobierno no le hace caso, coste cero purificar agua de mar por osmosis, lo estan montando en Israel, aqui ni caso

mangeles dijo...

NIÑAAAAAA LEE A CALIMATIAS...YA VERAS QUE LUJO

Prijuabe dijo...

Aqui, como siempre, en plan previsor y con tiempo para tomar las soluciones. Quizá con capaces de tomar alguna más definitiva ahora, claro que... como no les daría tiempo a terminarlo para las próximas elecciones seguramente toque esperar todavía.
¿Por que se sigue haciendo el 10% de los trabajos en el 90% del tiempo y el 90% en el 10 restante? Asi se termina todo como se termina, las prisas no son buenas consejeras.

Besos directos (mejor no te los mando por el AVE) y con un botijo de agua para ayudar que al parecer, ahora, llevar agua en un botijo no es un trasvase (¿habrán buscado el significado en el diccionario de las barbaridades? el RAE lo define muy clarito desde luego).

Luna Azul dijo...

¿Será que estás disfrutando de la lluvia?
Un beso wapa

mangeles dijo...

Menos mal que no me canso del Hipo...porque ya toy JARTAAAA de aguaaaa...mejor un wiskyto no?¿?

JUANAN URKIJO dijo...

Me identifico plenamente con tu artículo, Lemoine. Es una lástima que no se aborde el tema en profundidad... El domingo paseaba por un pantano, a seis kilómetros escasos de Vitoria, que surte de agua no sólo a esta ciudad sino, también, a Bilbao. Estaba pleno, a rebosar, y dos de sus compuertas abiertas, desaguando en previsión de una crecida mayor que no se hubiera podido contener en el embalse. Era precioso verlo... y siempre me pregunto cómo es que no se arbitran medidas para repartir lo que tenemos, cuando sabemos que es técnicamente posible. Pero, sobre todo, lo que me da coraje es que no se estén tomando medidas, para que estas situaciones no se vuelvan a dar...

Un beso.

Enrique Sabaté dijo...

Más claro, el agua.