"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo. " (Oscar Wilde)



sábado, 16 de junio de 2007

En ocasiones los pollos enseñan a las gallinas


Esta mañana estaba tranquilamente sentada en mi despacho repasando unos documentos de la semana cuando de repente se ha abierto la puerta y ha aparecido un personaje de comic en el umbral, llevaba el cabello recogido en una especie de moño-coleta del que se escapaban dos mechones puntiagudos como dos rayos por el lado derecho de la frente, una camiseta azul marino con dibujos orientales en vivos colores y un pantalón pirata-bombacho (imposible de clasificar con certeza) también azul marino y, por supuesto, como siempre que se pasea por la casa, iba descalza. Venía con los ojos brillantes y en su rostro se reflejaba una hermosa sonrisa que se ha convertido de repente en un bostezo que más bien parecía el hipoaullido-huracanado de Pepe Pótamo ante el que no he podido reprimir una sonara carcajada y que me ha costado recibir un inevitable collejón… Este personaje es mi hija…

…Y me han entrado ganas de escribir sobre ella y sobre la relación tan especial que mantenemos. Resulta que además de ser adolescente (enfermedad que se cura con el tiempo), me ha salido friki y mangaka (cosas que no sé si tienen cura) y se pasea por el mundo con un look visual, sus correctores dentales y un comic manga siempre bajo el brazo o entre las manos. Exige alimentarse casi exclusivamente de comida oriental, así es que he tenido que aprender a preparar sushi, fideos ramen y woks de verduras, que engulle, por descontado, con palillos y salsa de soja.

A lo largo de lo que a mí me parece su corta vida (ella empieza a decir que se hace vieja y yo, por supuesto, soy una abuela) me he planteado en numerosas ocasiones si he sido una buena madre y si es feliz… Muchas veces pienso que no he sido para nada una madre convencional y ella me lo ha transmitido en múltiples oportunidades; “no te pareces a las madres de mis amigas”, me dice, y, ojalá no me equivoque, percibo un puntito de orgullo en el tono de su voz que me satisface.

Como hija de padres divorciados ha crecido en unas condiciones un poco especiales. Hoy en día no llama la atención eso, son demasiados los hijos de padres separados que pululan por el mundo, pero imagino que todos los padres que estamos en esa situación nos sentimos un poco culpables de no haberles sabido dar ese tópico de “la familia feliz y contenta” (nombre de un plato chino, por cierto)… Repasando las circunstancias anteriores y posteriores a la ruptura de la pareja, pienso que, a pesar del trato exquisito que siempre mantuvimos mi ex–pariente y yo, ella siempre había percibido que las cosas no eran como parecían y que había un mar de fondo que no se le escapaba. Así es que cuando se produjo la ruptura no creo que le generará un sufrimiento traumatizante; si me baso en sus resultados escolares, pienso que fue, incluso, al contrario, porque inmediatamente después se produjo una mejora evidente en los mismos. Por supuesto que, en múltiples ocasiones, intentó llevar a cabo maniobras encaminadas al acercamiento entre su padre y yo, maniobras que acabaron el día en que me senté a charlar con ella y le dije que era imposible que ese hecho se produjera porque ninguno de los dos estábamos por la labor.

Porque si hay algo que tengo con mi hija con conversaciones interesantes, no tantas como yo desearía, al contrario… se producen siempre cuando ella está predispuesta a tenerlas, que es en contadas ocasiones, pero cuando se dan es como si habláramos un idioma comprensible para las dos que nos aproxima. Esta mañana ha sido una de las veces, en unos minutos me ha dado cuenta de sus preocupaciones estudiantiles y de la angustia de los malos resultados (previsibles porque todavía no los conocemos con certeza) que, como consecuencia de diversas circunstancias, se han producido este año.

Por otro lado, tengo que reconocer, que me duele en demasía que sea tan arisca, en ocasiones algo semejante a un cardo borriquero, y que no me deje aproximarme físicamente a ella, encuentro a faltar los achuchones y arrumacos que compartíamos cuando era pequeña y que hace tiempo que no se dan, y menos en presencia de terceros, si alguna vez se me ocurre alargar la mano para darle una pequeña caricia me salta con el inevitable “ay, mamá, déjame en paz”… que me deja rota el alma. Otras veces, en cambio, es ella la que viene a mí y me reclama que le coja de la mano o la estruje, sin exceso, eso sí, entre mis brazos… eso me compensa de todo lo demás.

Conclusión: no estoy de acuerdo con eso del cría cuervos… en mi caso ha sido la experiencia más enriquecedora de mi vida y han sido muchas las ocasiones en las que he aprendido de y con ella. Me viene a la mente aquella frase que me dice muchas veces mi madre… “en ocasiones los pollos enseñan a las gallinas”…

Como música para acompañar había pensado poner una de las muchas canciones japonesas que escucha mi tierno retoño… pero después de darle un par de vueltas, he decidido hacer una doble entrega y colocar, además, la canción de cuna que tantas veces le canté.
P.D. Joer, joer, joer... la página de internet que utilizaba para colocar la música en el blog ha desaparecido del mapa... Je suis désolé... ¿habrá alguien que me puede dar un "coup de main"?

8 comentarios:

Alvargonzalo dijo...

Te he añadido a mi blog.
Gracias.

Alvargonzalo dijo...

http://www.imeem.com.
A mí me funciona y tiene la ventaja que subes la música que quieres.
Buen tema.

lemoinestar dijo...

Gracias a ti, Alvargonzalo, tanto por agregarme a tu blog como por el consejo referente a la música. Poco a poco espero ir aprendiendo... seguiré necesitando ayuda.

Prijuabe dijo...

Unos frikis, otros heavys, otros rockeros, otros raperos... Todos hemos sido reveldes en ciertas epocas de la vida, pero tener a alguien al lado que nos reconfortase (cuando nosotros queriamos, por supuesto, no cuando querían los demás) era lo más de lo más. Cierto que hay actitudes que se "curan" con el tiempo, pero tambien es cierto que, algunas, es una pena que se "curen" en ese tiempo.
Paciencia que es la madre de la Ciencia.

lemoinestar dijo...

Algunas se curan y otras no se curan nunca, afortunadamente.

mangeles dijo...

Ha sido toda una sorpresa leerte...Enhorabuena...por el blog y sobre todo enhorabuena por la friki (a mi me gustaban los que llevaban los pantalones arrastrando un metro....venían de miedo, les invitabas a una coca-cola y desde la entrada de la casa hasta la cocina sacaban brillo al parket...sin esfuerzo alguno)

Nuria dijo...

Ay guapa me has puesto la carne de gallina, los pelos de punta, y el corazón patidifuso, sinceramente... me has emocionado, y volveré a leer este texto detenidamente cuando tenga mas tiempo, pero quiero dejarte mis pequeñas palabras, pues yo en mi blog también tengo, no un texto, sino varios, dedicada a mi hija, que son, como el tuyo para poner la carne de gallina.

Quiero decirte una cosa guapa primeramente, no te sientas mal por pensar que a tu hija no le has dado una familia como tú crees se la merece, o como creas que tienen las demás, piensa que tu hija, aunque no te demuestre lo que te quiere, de verdad que te quiere tal y como eres, y que madre solo hay una y muy grande como lo eres tú para ella.

No te sientas mal pensando en que no la has dado una familia como las demás personas, si no que pienses que la has ofrecido y la estas ofreciendo lo mejor de TI que es mucho: TU PERSONA Y SOBRE TODO TU CARIÑO, con eso ella, seguro que se siente feliz, aunque pienses que ella crea que tú estas anticuada y que no eres como las demás, ella te quiere, tanto como tú a ella, eso no lo olvides nunca, y para nada las demostraciones de amor significan querer mas o querer menos, si no que cada persona SENTIMOS de una manera distinta.

No puedo seguir amiga, pero necesitaba, ahora al leer tu texto de pasada, decirte lo que mi corazón me estaba gritando.

Y es que ... MADRE NO HAY MAS QUE UNA, Y NO OLVIDES NUNCA QUE COMO MADRE SERÁS LA MEJOR, PERO COMO PERSONA NO HAY QUIEN TE GANE.

UN ABRAZO.

lemoinestar dijo...

mangeles,

po zi, en ocasiones también ha sucedido eso de llevar los pantalones un metro más largos y aprovechar los paseos por la casa como una mopa andante. Ya llegará el invierno...


Nuria,

gracias por tus palabras, si soy sincera, es lo que pienso yo también, y más, en días como hoy... Acabo de dejarle ver este post a mi hija y poder leerlo con ella ha sido uno de los momentos más hermosos que he vivido en mucho tiempo, aunque, para variar, me he ganado otro collejón.

El collejón,

¡¡¡Aaaayyyy!!!

¡¡¡Aaaayyyy!!!

¡¡¡Qué síííí!!! ¡¡¡Qué ya me he enteradoooo!!!

Los aficionados al manga no se llaman mangakas, se llaman otakus...

¡¡¡Qué cosas...!!!