uno, dos, uno, dos, probando

Pues sí, esta es sólo una entrada de pruebas, a ver como queda esto.

Hace algún tiempo he vuelto a recuperar mi vieja costumbre de escribir, hasta ahora sólo lo hacía para mí, quiero decir que todos mis escritos eran privados, los guardaba en un documento de word protegido con contraseña para que nadie que tuviera acceso al ordenador pudiera leer mis reflexiones y mis comentarios. No es que lo que escriba sea nada del otro jueves, ni que me considere una paranoica, que igual lo soy, simplemente que lo que escribo es tan mío que si alguien lo leyera me sentiría como si tuviera el alma desnuda. A mí, personalmente, escribir me va muy bien, es una especie de terapía con la que consigo ordenar mis ideas e, incluso, decir cosas que en mi vida cotidiana no se considerarían políticamente correctas o yo pienso que no debería decir por mi propia autocensura. El inconveniente es que esos comentarios, al ser sólo para mí, no tienen puntos de vista contrastados y pueden hacerse un poco monótonos y/o monotemáticos en ocasiones.

Por eso he decidido ampliar mis horizontes desde la perspectiva que da el escribir en un lugar manteniendo el anonimato. No tengo aspiraciones literarias y no creo que este blog pueda ser leído por muchas personas, no creo que las opiniones recogidas en él puedan ser interesantes para nadie o casi nadie, pero tiene un cierto "morbo" eso de dejarse ver al mismo tiempo que no se te ve... Si alguien entra y deja un comentario me sentiré muy feliz, si además esa persona me da un punto de vista diferente y me hace darle una vuelta más a mis reflexiones, habré conseguido ampliar mis perspectivas. ¿Por qué no empezar esta aventura?

A lo largo de los próximos post iré dando pinceladas sobre mí misma, con mis defectos y mis virtudes, con mis creencias y mis contradicciones. El nombre del blog hace referencia a eso, soy una persona con multiples facetas, así pues esto no serán solamente unos monólogos, sino que dependiendo del momento y del estado de ánimo, iran desfilando por aquí todas esas facetas y los diferentes puntos de vista que tengo sobre cualquier asunto.

Llevo casi medio siglo a mis espaldas, cuando era joven suponía que la madurez era llegar a esta edad con unas ideas muy determinadas y precisas sobre todo lo divino y lo humano, ahora que estoy en ello me doy cuenta de que no es así y que la auténtica madurez consiste en seguir teniendo dudas y en ir evolucionando a través de las diferentes vivencias que vamos teniendo.