Estaba soñando y el desagradable sonido del teléfono me ha despertado.
Todavía conservo el recuerdo de ese hermoso sueño que me ha dejado un regusto agridulce en la boca, como aquel licor de fresa que bebí servido sobre tu cuerpo desnudo, ¿recuerdas? O como los trocitos de piña que compartimos y que me hacías comer ofreciéndomelos desde tu boca golosa... O como el sabor de aquella pequeña perla que salio a mi encuentro cuando mi boca se acerco ávida a esa parte de ti que me perfora y se hunde en mi carne hambrienta, llenándome de sensaciones y de placer.
Enciendo un cigarrillo pensando en quitarme ese sabor, sabor a ti mezclado con el sabor del desencanto. La bruma del sueño se hace humo con el tabaco y me envuelve sin dejarme ver dónde acaba el sueño y dónde empieza la realidad. Miro a mi alrededor buscando un leve rastro de tu presencia y no encuentro nada que llevarme a los ojos... ¿será que nunca has estado aquí?... ¿Por qué entonces mi cuerpo conserva el recuerdo de la calidez de tu cuerpo? ¿Por qué siento en mi interior la huella de tu presencia?¿Qué es esa humedad que moja y que hiela entre mis piernas?
Puede ser que sólo fuera un sueño, pero todavía sigo soñando aunque el teléfono se empeñe en hacerme regresar a la realidad. Hoy es mi día e iré a celebrarlo en nuestra isla, me acompañará la fiel soledad que nunca me traiciona y el recuerdo de ese sueño que compartimos. Tal vez algún día añores aquella otra isla que te ofrecí y que fue como un cálido aliento en una fría noche de invierno.
Todavía conservo el recuerdo de ese hermoso sueño que me ha dejado un regusto agridulce en la boca, como aquel licor de fresa que bebí servido sobre tu cuerpo desnudo, ¿recuerdas? O como los trocitos de piña que compartimos y que me hacías comer ofreciéndomelos desde tu boca golosa... O como el sabor de aquella pequeña perla que salio a mi encuentro cuando mi boca se acerco ávida a esa parte de ti que me perfora y se hunde en mi carne hambrienta, llenándome de sensaciones y de placer.
Enciendo un cigarrillo pensando en quitarme ese sabor, sabor a ti mezclado con el sabor del desencanto. La bruma del sueño se hace humo con el tabaco y me envuelve sin dejarme ver dónde acaba el sueño y dónde empieza la realidad. Miro a mi alrededor buscando un leve rastro de tu presencia y no encuentro nada que llevarme a los ojos... ¿será que nunca has estado aquí?... ¿Por qué entonces mi cuerpo conserva el recuerdo de la calidez de tu cuerpo? ¿Por qué siento en mi interior la huella de tu presencia?¿Qué es esa humedad que moja y que hiela entre mis piernas?
Puede ser que sólo fuera un sueño, pero todavía sigo soñando aunque el teléfono se empeñe en hacerme regresar a la realidad. Hoy es mi día e iré a celebrarlo en nuestra isla, me acompañará la fiel soledad que nunca me traiciona y el recuerdo de ese sueño que compartimos. Tal vez algún día añores aquella otra isla que te ofrecí y que fue como un cálido aliento en una fría noche de invierno.
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TENGO UNA ISLA LLAMADA MIS BRAZOS EN DONDE PODRÁS ESTAR CUANDO TE HASTÍE EL MUNDO
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Era la noche de mi cumpleaños y me regalaron un sueño tan real que siempre quedará en mi recuerdo como la más breve historia de amor que jamás viví.
4 comentarios:
Tu mejor regalo eres tu misma. Sigue siendo tu, eres fantastica.
Muchas gracias, bernardo, tienes un concepto demasiado bueno de mí y... vale, sí, soy fantástica, pero, ¿sabes?, de vez en cuando me gustaría un regalito de esos y que no fuese sólo un sueño, jejejeje.
Los regalos son sorpresas que no sabes cuando, donde ni de quien vienen. Algún día tendrás un regalito de esos de verdad, jejeje. Recuerda la canción "Larga es la espera, pa quien no espera, pero mas larga es la espera sin saber lo que se espera". Lo mejor es no esperar nada y cuando llega, la sorpresa es mayor y mejor todavía.
Jajajajaja
Pos ya tá tardando el joio regalito (y nunca mejor dicho)
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