"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo. " (Oscar Wilde)



domingo, 7 de junio de 2009

Asuntos pendientes


Hoy he quedado conmigo misma para tratar algunos asuntos que todavía tengo pendientes, aclarar algunos puntos confusos y ver si así consigo que mi vida deje de ser insoportable.

Hoy he repasado mis propias historias, ésas que de tanto explicarlas a los demás para hacerlas comprensibles, han dejado de ser ya mías.

Hoy me he quitado los zapatos y he podido comprobar que andar descalza es mucho más cómodo y divertido.

Hoy, por fin, he admitido que por las noches cierro con llave los armarios, miro debajo de la cama y dejo la luz encendida porque tengo miedo de los fantasmas que pueblan mi mente.

Que estoy harta de salir de casa con la cara sonriente que los demás desean ver, que las sonrisas son tesoros y que quiero regalarlas sólo a quien yo decida hacerlo

Que hay momentos en que me gusta llorar y autocompadecerme, que lo encuentro divertido y que voy a seguir haciéndolo le pese a quien le pese.

Que a veces miento como una bellaca para ocultar ante los demás mis propias miserias, que estoy cansada de preguntar qué tal a personas cuyas vidas me importan tan poco.

Que me cabrea leer el periódico y ver siempre las mismas malas noticias repetidas, que no tengo ni idea de inglés, que me aburro en las conferencias y que mi cultura es de estar por casa.

Que sigo creyendo en los cuentos de hadas y espero todavía al príncipe azul y, que si sufro por amor, es sólo por mi culpa, porque amo demasiado y no le voy a poner remedio a estas alturas.

Que me gusta comer con los dedos, beber de la botella y que no pasa nada por llevar largas las uñas de los pies o las piernas sin depilar.

Que cuando llueve o hace frío pongo excusas para no salir y que en ocasiones he dicho ya te llamaré sabiendo que no iba a hacerlo.

Que me duelen las críticas y busco los halagos.

Que sigo abrazando a mis muñecos, hago trampas en el solitario y me gustan las guerras de almohadas y el juego del escondite.

Que no he logrado mis metas y por el camino he perdido parte de mis sueños.

Que odio el maquillaje y los tacones, me divierte saltar sobre los charcos y disfruto poniendo los pies encima del sofá

Que muchas veces necesito esconder la cabeza debajo de la almohada o hacerme un ovillo y meterme, en silencio, en el cajón de los calcetines.

Que puedo tener envidia y no siempre es de la sana.

Que no soy la más alta, ni la más guapa, ni la más rubia, que me sobran algunos kilos y muchas arrugas, pero que para nada quiero ser una muñeca de portada de revista.

Hoy he desayunado chocolate con churros porque la leche desnatada y los cereales con fibra, aunque sean sanos, saben fatal y la vida ya es bastante dura para tomarla sin azúcar.

Hoy he salido a la calle y me he puesto a gritar y a reír en medio de la avenida dando vueltas con los brazos abiertos mientras mis vecinos me miraban estupefactos.

Hoy me he reconciliado conmigo misma.



9 comentarios:

lena dijo...

Bueno, mi niña, creo que así me siento yo de vez en cuando y también me gusta meterme debajo de la almohada, si estubiera ahí podriamos salir las dos a la calle con los brazos abiertos, ¿qué te parece si cuando esté por Barna lo hacemos?

Luna Azul dijo...

Ah no, eso si que no, las 2 solas??? ni hablar, dejarme sitio jolines. Que tiemble Barcelona jajajajaja.
Y sobre el repaso, estás segura que es sólo el tuyo? Si parece el mío.
Un abrazo muy fuerte.

Enrique Sabaté dijo...

Pienso y déjame que te lo diga que lo tuyo es absoluta lucidez y argumentos razonables hasta la saciedad.

Y que como dijera Góngora. "ande yo caliente"

Perfecto Vainica doble.

Un abrazo.

mangeles dijo...

¡No me lo creo¡ No me creo que te hayas hecho lo de dar vueltas, con los brazos abiertos, gritando ejjeje ...¡no me lo creo¡ no puedo¡...

Lo demás si...todo si...

Besos...¡genial post¡

Uno dijo...

Creo que salvo la parte de abrazar los muñecos y lo de dar vuelas con los brazos abiertos (yo es que soy de mareo fácil) subcribo todo tu texto.

La vida es complida y a veces al cuerpo le apetece lo que no toca y otras no le apetece cumplir con lo que se espera de uno. Si nos damos demasiado, si vivimos sólo por los demás y lo que conviene, nos diluimos en una vulgar globalización de acciones comunes y nos perdemos a nosotros mismos.

Fantastica entrada.

ybris dijo...

A mí me gusta hacerme cosquillas por el solo placer de poder rascarme.
Y a veces se me humedecen los ojos cuando una pareja se entrega con una mirada.
Vaya si entiendo tu reconciliación contigo misma.

Besos.

lemoinestar dijo...

lena, Luna Azul,
os contesto a las dos al mismo tiempo porque lo de Barcelona ha sido tan emocionante y divertido como girar en la calle con los brazos abiertos. No olvidaré nunca los días tan fantásticos que hemos pasado y los diferentes "momentos" vividos. Un abrazo enorme, de esos nuestros, para las dos.

Enrique Sabaté,
...y ríase la gente... sin duda hubiera sido un buen acompañamiento para este comentario. No sé si es lucidez, están tan confusos los límites...
Otro abrazo para ti también.

MÁngeles,
¡uyssss! qué poquito me conoces, mi niña...
Gracias, por el comentario y por la visita. Besos.

Uno,
cada cual escoge sus desahogos a su propia manera, tal vez a ud. no le gusten los peluches y sea de mareo fácil, pero es capaz de subirse a un escenario y aguantar el tipo de una manera genial, algo para lo que yo no tendría valor, felicidades por ello.
Uno... hace días que tengo que hacerle una súplica... por favor: me enamoré del bikini amarillo, cuando se acaben los bolos, ¿me lo podrá traspasar?
Un placer verle por aquí y haberle visto en vivo y en directo, espero asistir a más eventos como aquel. Un beso.

ybris,
¡uuuuuhm! comparto ambas ideas, me gustan las cosquillas, tanto para reirse como para disfrutar del placer de rascarse, y lo de las parejas... es frecuente en mí.
Vivimos tan constreñidos en el corsé de las conveniencias y de lo que toca que muchas veces se nos olvida hacer las paces con nosotros mismos. Besos de ala de mariposa (que hacen cosquillitas).

Soledad dijo...

Creo que es lo mejor que uno puede hacer.
Saludos,

Uno dijo...

El biquini, no era mio, sino que me lo prestó la "guardia sivil", Visenta, de supuesto nombre y mujer de armas tomar, aunque no distinga entre un fúsil y una escopeta :-)

Muchas gracias por venir, me alegra que os gustase.