"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo. " (Oscar Wilde)



sábado, 31 de mayo de 2008

Una iniciativa muy interesante



Hace algunos días, por esas casualidades que tiene la vida, fui a parar al anuncio en “loquo”, una página que hasta entonces no conocía, de un grupo de Barcelona que tiene un nombre que, así de entrada, me produjo curiosidad: “Ter.Tu.Lianos.BCN”… Siempre me han gustado las tertulias, esas reuniones de no muchas personas en las que todos hablan y se habla de todo, en las que se dispone de tiempo y se pretende arreglar el mundo; me dan idea de paz, del disfrute reposado de la palabra y de la idea, algo que parecería “demodé” y que sin embargo, para Julià, Rudolph y Javier, los promotores de Ter.Tu.Lianos.BCN, entusiastas de la COMUNICACIÓN, con mayúsculas, era necesario recuperar.

Pero el nombre y la filosofía del grupo pasan por algo más que las tertulias. Ese “Tu.Lianos” remarcado, sugiere una apertura de miras dentro del grupo a aceptar ser liados por quien tenga ideas y ganas de desarrollarlas. Los que me conocéis sabéis de mi “cucu inquieto”, así es que no me podía quedar indiferente ante las perspectivas tan halagüeñas que el nombre, por sí solo, abría ante mí y me puse en contacto con ellos. Durante varios días intercambiamos mails en los que poco a poco me fui enterando del funcionamiento y la dinámica del grupo y el jueves pasado, por fin, asistí a mi primera tertulia.

La idea inicial de crear un grupo de estas características nació de la complicidad entre Julià y Rudolph, viejos amigos que han compartido más de una aventura. En un principio tuvo más de juego y de experimento que de idea real, en enero de este año empezaron poniendo un anuncio en “loquo” dando a conocer lo que habían pensado. Enseguida obtuvieron una respuesta que no podían ni llegar a imaginar, fueron muchas las personas que contactaron interesándose por la iniciativa y así nacieron las primeras tertulias. Uno de los primeros interesados fue Javier que se ofreció a colaborar en la programación de actividades y a crear un blog que sirviera como punto de referencia, proporcionando información para las personas interesadas en participar en las diferentes actividades así como un lugar donde exponer las diversas opiniones de todos ellos. A lo largo de estos meses han sido varias las iniciativas que se han llevado a cabo a parte de las tertulias que con una periodicidad semanal se celebran en el restaurante “L’embruix” de Barcelona, quien esté interesado en ver alguna de ellas, basta con que se dé un paseo por las páginas del blog. Actualmente el número de afiliados es de más de 150 personas y día a día sigue creciendo. Hay que señalar que el grupo funciona gracias al esfuerzo desinteresado de los organizadores que realizan sus funciones de manera altruista y sin ánimo de lucro.

¿Qué os puedo decir de mi primera tertulia? Pues que me lo pasé genial, que mis contertulios resultaron personas encantadoras, dialogantes y con grandes dosis de sentido del humor, y que el tema tratado, La comunicación entre hombre/mujer, dio para mucho, siendo abundantes y variadas las ideas que se pusieron sobre la mesa, dejándome la sensación de haber utilizado provechosamente las tres horas largas que pasé en su compañía. Si queréis saber algo más al respecto de esa tertulia, podéis entrar a leer los comentarios que escribí después de la misma y que Javier, amablemente, ha publicado en el blog del Grupo.

Para mañana, si el tiempo acompaña y las lluvias nos lo permiten, hay programado asistir a un vermut-concierto de Jazz en l’Auditori de Barcelona, con la Sitjazz Band (ver video), si dicha actividad se puede llevar a cabo, se publicará alguna reseña al respecto en el citado blog.

Como podéis imaginar, me siento con una niña con zapatos nuevos… Gracias Ter.Tu.Lianos

sábado, 17 de mayo de 2008

Arrobas de todos los sabores




Hoy se celebra el Día Internacional de Internet y, a pesar de mi ausencia forzosa de los últimos días, no podía dejar de escribir aunque fueran unas pocas palabras al respecto.

Los diferentes medios de comunicación digitales publican en el día de hoy artículos y encuestas relacionados con el evento y con la importancia que Internet ha ido tomando en la vida de los españoles. La Vanguardia comenta diferentes iniciativas que se pueden encontrar en la red y se hace eco de la encaminada a crear un “pastel” para celebrar esta fecha:
http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080517/53465145278.html

El Periódico, por otro lado, publica los resultados de un estudio en el que se muestra como la red va restando audiencia día a día a las televisiones y a la prensa escrita.
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=507177&idseccio_PK=1012&h=

Y, por último, El País se centra en la importancia que va ganando el comercio por Internet como mercado de consumo entre los españoles.
http://www.elpais.com/articulo/tecnologia/red/crece/mercado/consumo/espanoles/elpeputec/20080517elpeputec_3/Tes

Pero también hay otras noticias de un carácter mucho menos festivo y que predisponen mucho menos a las celebraciones. Dos son las más destacadas desde esa vertiente en el día de hoy. La primera, ocurrida en nuestro país, explica como la Policía Nacional detiene a un grupo de cinco adolescentes que formaban uno de los grupos de hackers más activos de la red a nivel mundial.
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=510192&idseccio_PK=1021
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Policia/Nacional/detiene/hackers/activos/elpepusoc/20080517elpepusoc_1/Tes
http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080517/53465234300.html

La segunda, procedente de los EEUU., nos informa sobre el juicio que se ha iniciado en ese país contra una mujer acusada de haber inducido al suicidio a una joven de 16 años por medio de la creación de un personaje de ficción en una página de MySpace.
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idtipusrecurs_PK=7&idnoticia_PK=510172
http://www.elpais.com/articulo/Pantallas/juicio/incitar/suicidio/MySpace/elpepurtv/20080517elpepirtv_1/Tes

Dos noticias que nos muestran la otra cara de Internet, la cara más oscura. Fraudes, spam, ataques a páginas web, ciberacosos, publicación de imágenes o datos personales no autorizados, pederastia… son algunos de los muchos delitos que se producen diariamente a través de la red de redes y que, de momento, no están totalmente previstos, combatidos ni legislados. Internet ha crecido muy deprisa, tanto que no ha dado tiempo a solucionar ninguno de los muchos problemas que su uso ha generado a nivel legal y algunas mentes perversas se aprovechan de esos vacíos para campar a sus anchas en una nueva ciudad sin ley de dimensiones astronómicas.

Internet es un mundo fabuloso, son infinitas sus aplicaciones en todos los niveles, para informarnos, para aprender, para divertirnos, para contactar con nuevas personas, para expresarnos…; para los que hacemos uso de alguna de estas posibilidades, se ha convertido en una herramienta imprescindible, pero debemos ser conscientes de los riesgos que entraña y movernos con pies de plomo por las páginas que visitamos. Debemos, también, exigir que se creen las medidas necesarias para que este medio sea cada vez más seguro y el usuario no se encuentre desprotegido frente al ataque de los nuevos ciber-delincuentes.







La arroba más dulce

domingo, 4 de mayo de 2008

Ya lo decía mi madre



El otro día, dando vueltas por los “internetes”, me encontré con una iniciativa que me llamó la atención y me hizo ponerme a pensar en mi infancia y, sobre todo, en mi madre. Dicha iniciativa consistía en un concurso en el que los participantes debían realizar un relato sobre esas frases o expresiones de nuestra infancia que tantas veces hemos escuchado en boca de nuestras madres. Llevo varios días recopilando alguna de las frases que decía la mía y aprovechando que hoy es el día de la madre --una de esas fiestas para tocarnos el bolsillo pasando por el corazón que se han inventado los grandes almacenes-- quiero dejarlas aquí como un homenaje a esa mujer que con su sencillez y su personal manera de entender la vida ha dejado una impronta tan grande en mi personalidad que, a pesar de ser tan diferentes, a medida que pasan los años, cada vez me siento más próxima a su manera de pensar y de actuar.

De pequeña era una niña rechoncha, mi madre, que me hacía bastante ropa, comentaba que tenía la misma medida de contorno de pecho, de cintura y de caderas (vamos, nada más alejado del mítico 90-60-90); sin embargo, en la adolescencia empecé a estirarme y me quedé con la apariencia que tengo ahora y que es la que he ido manteniendo con ligeras oscilaciones a lo largo de los años. A ella, que es lo que se podría decir gorda, sin eufemismos ni paliativos, y que pertenece a esa generación de la posguerra en la que la gordura era sinónimo de salud, le preocupaba que su niña fuera perdiendo peso y muchas veces me decía: “te estás quedando como el espíritu de la golosina”, una frase que siempre me ha parecido muy poética…

Algunas de las frases que utilizaba me hacían reír, como aquella de “estamos como piojo entre costura” que se refería a estar en medio de una aglomeración sin espacio para poder moverse. o aquella otra de “burro trasquilao a los tres días igualao” que hacía referencia a que las cosas con el tiempo se suavizan y pierden importancia, o bien la de “en ocasiones los pollos enseñan a las gallinas” que tiempo atrás sirvió de título a una entrada en la que hablaba de mi hija, y que mencionaba siempre que le explicaba a mi madre alguna cosa que ella no sabía.

Otras en cambio, me ponían furiosa, había dos, concretamente, que me daban mucha, pero que mucha, rabia… Una de ellas era el “pórtate bien…”, dicho en un susurro al oído, que acompañaba indefectiblemente a los besos y achuchones, en el momento de cualquier despedida más o menos prolongada, cuando salía para ir a casa de alguien o me iba de fiesta o, bien, cuando me quedaba sola en casa. La otra era “cuando seas mayor lo entenderás” y que, con el paso de los años y la experiencia que da la maternidad, sospecho utilizaba cuando se quedaba sin argumentos ante mis preguntas.

Mi madre nunca fue excesivamente “pegona” y lo máximo que soltaba era algún capón de medio lado que no llegaba a doler, costaba bastante que llegará a perder los estribos aunque las pocas veces que lo hacía se lanzaba, zapatilla en mano, en nuestra persecución; ya que, tanto mis hermanos como yo, salíamos huyendo en tales circunstancias --dar vueltas alrededor de la mesa del comedor era un remedio infalible. Como no llegaba a darnos alcance casi nunca, la cosa no pasaba de ser una simple anécdota que, contemplada desde fuera, resultaba francamente cómica –más de una vez me he despanzurrado de risa viendo como alguno de mis hermanos se escabullían del arma letal de mi madre, y a ellos les ha pasado lo mismo conmigo. Solamente recuerdo un par de ocasiones en las que la zapatilla llego a hacer blanco en mi culo y, en aquellos casos, el escozor que dejaba era intenso y su recuerdo suficiente para que sirviera de advertencia en otra situación similar, así es que generalmente bastaba con la amenaza recogida en expresiones como “como vaya yo, verás…” o “es la última vez que te lo digo” o “esta noche te vas a ir a la cama caliente” para que la intimidación diera sus frutos.

Una de esas frases que he oído infinidad de veces es la de “nadie nace enseñado” y que utilizaba lo mismo cuando nos lamentábamos de que algo que habíamos intentado no había salido como esperábamos para darnos ánimos, o bien, en un contexto diferente, cuando ella reflexionaba sobre las enseñanzas que da la vida.

Otra, que me dejaba casi siempre triste y meditabunda, era la de “no estoy enfadada, estoy dolida” que solía decir cuando se le pedían disculpas después de una trastada, respuesta a aquella, que en pleno acto de contrición, le decía yo, “por favor, mamá, no te enfades”. Una de esas oraciones con doble sentido porque por un lado reflejaba el efecto de la trastada en cuestión había producido en el ánimo de mi madre y, por el otro, dejaba una sensación de culpabilidad atroz, objetivo del victimismo que muchas veces han utilizado con tanta precisión las mujeres de aquella generación.

Y otra, que siempre me pareció como una profecía de mal agüero, “como sigas así, vas a derramar muchas lágrimas”, y que, efectivamente, se ha cumplido sobradamente, aunque he seguido siendo, como siempre decía ella, “como la cantimplora, que tan pronto ríe, como llora”…

Para terminar, quiero dejar una última frase que, más que de mi madre –a quien también se la he oído decir más de una vez--, era de mi abuela --mi querida abuela María que acostumbraba a decirla siempre en catalán, recuerdo de los años en los que de joven, había vivido en esta ciudad--: “si vols estar ben servit, fes-te tu mateix el llit” (si quieres estar bien servido, hazte tú mismo la cama) y que utilizaba ante las quejas de las que era objeto cuando algo no estaba a mi gusto o, por el contrario, lo que yo hacía no estaba en condiciones.