"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo. " (Oscar Wilde)



domingo, 19 de septiembre de 2010

Una despedida

Acabo de abrir el ordenador en este domingo que anuncia ya otoño y lo primero que he visto ha sido una noticia que me ha impactado, que me ha dejado noqueada. Conocí a José Antonio en mi época de estudiante y asistí a su primer concierto en los sótanos de una iglesia de Barcelona, no recuerdo cuál, cuando todavía no podía cantar en público. Siempre le he admirado, para mí ha representado la imagen de lo que ha de ser una buena persona...

Las primeras palabras que se me han ocurrido al leer la noticia han sido las de la letra de una de sus canciones, basada, a la vez, en un poema de su hermano Miguel:

Puesto que el joven azul
de la montaña ha muerto
es preciso partir,
antes de ser golosamente asesinados
en los crepúsculos de la gran ciudad,
antes que las muchedumbres
tristes de los metros
invadan el templo del sol
definitivamente seducidas
por las noches de los trenes...

Es preciso marchar, desnudos
y ásperos, inigualables.
Y al partir preguntar por nosotros,
indagar por nosotros,
auscultar por nosotros,
por nosotros mismos recordar
si tal vez existió
y que una dulce soledad
nos responda en grave despedida.

Puesto que el joven azul
de la montaña ha muerto
es preciso partir.





Y lo que no ha conseguido la voluntad en todo este tiempo, lo ha conseguido esta impactante noticia, por otro lado esperada ya que hacía tiempo que la enfermedad caminaba de su mano, y he decidido partir de los quehaceres que me distraen habitualmente y venir aquí a dejar estas pobres palabras como un pequeño homenaje póstumo.

Descansa en paz, José Antonio Labordeta.Subias.



3 comentarios:

alesssandro dijo...

Pues sí. Ya no amanece el cantor,porque la Parca llegó a su morada.
¡Qué felices fuimos con sus canciones y sus poesías.!
El Ebro baja más triste porque no encuentra a su amigo, los Monegros están mas desolados y los Montes Universales pierden jotas por sus laderas.
Todo por una Tierra de la que el poeta nos contaba sus cosas. Ligero de equipaje, con su sola mochila y haciendo camino...y narrando sus amores.Lemoneistar, abramos fuertemente los brazos y,- a modo de esperanza- como nos dijo el otro poeta del norte- miremos al cielo azul del Moncayo y entonemos para siempre la última albada,pero que el viento no nos nos lo lleve,porque José Antonio se queda para siempre en nuestra jornada.

Uno dijo...

Es un pena que personas como él, de las que nunca hay suficientes, desaparezcan.

Yo lo conocia por esa culturilla popular que se obtiene de no se sabe bien donde, y por sus intervenciones en programas de RNE. Mi impresión era muy positiva, una persona sincera, noble y llena de valor.

Saludos

Mauro Lahore dijo...

En una semana abrimos:

http://escrituraeilustracion.blogspot.com/

¿ves a tu al rededor? La humanidad está agonizando paulatinamente.

Ahora mira tu mano. Yo tambien la tengo, es la semilla de la razón que dará de comer al mundo nuevamente,que florecera replanteando la persepetiva del paisaje para siempre.

http://escrituraeilustracion.blogspot.com/