"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo. " (Oscar Wilde)



sábado, 7 de marzo de 2009

Escondida




Me escondí a la sombra de mi tiempo,
ni el lugar en que me encuentro
conoce donde estoy.



Estas palabras, de un poeta oriental del que no recuerdo el nombre, resumen perfectamente mis andanzas de los últimos meses. Dicen que cuando se vive una época de crisis personales crecemos interiormente, no sé si en este caso habrá sido así, lo que si puedo garantizar es que físicamente he crecido y bastante… por supuesto, sólo a lo ancho… el efecto antidepresivo del chocolate y el azúcar refinado tiene esas consecuencias… habrá que ver si todas esas calorías acumuladas sirven de abono a alguna idea interesante que plasmar por aquí.

Sea como sea, hoy, tal vez como anticipo de esa primavera que pugna por aparecer por todas partes, me han entrado de nuevo ganas de sentarme al teclado de este viejo ordenador y volver a abrir las páginas de este blog cerrado desde hace meses por unas vacaciones excesivamente largas. Tal vez esta primera entrada sirva de aliciente a otras muchas otras.

Que uno se quede parado y escondido no significa que el mundo deje de girar. Durante estos meses todo ha ido sucediendo a un ritmo tan precipitado como es habitual en estos tiempos que corren.

Los gobiernos y los organismos políticos, económicos y financieros internacionales han reconocido que existe una crisis sin precedentes en la historia de la humanidad, una crisis del sistema capitalista que se tiene que encarar con soluciones nuevas e imaginativas para poder ser solucionada; pero también, una crisis que ha dejado al ciudadano medio más atrapado y más aterrorizado de lo hasta ahora estaba. Una crisis, por otro lado, que para los más desfavorecidos económicamente lleva existiendo mucho, mucho tiempo… demasiado incluso…

El conflicto entre Israel y Palestina ha vuelto a estar de actualidad y la diplomacia internacional ha vuelto a jugar a la doble moral pidiendo el cese de unos ataques que se estaban realizando con armas salidas de sus propias fábricas, al mismo tiempo que se ponía en evidencia que el antisemitismo no es algo del pasado sino que sigue existiendo con tanta virulencia como hace siglos, y que el terrorismo islámico sigue avanzando de manera incontrolada e injustificada.

Mientras, en la Casa Blanca, la sede del poder occidental, se ha producido un cambio histórico, al ser ocupada por primera vez por un hombre negro. Un hombre en el que se han depositado todas las esperanzas de un mundo mejor como si de un nuevo Mesías se tratara…

Otros aspectos de la actualidad, en cambio, han seguido como siempre… los conflictos siguen en Afganistán e Irak, las guerras africanas se silencian porque no interesan a nadie, ETA continua matando, la violencia doméstica sigue creciendo, el planeta sigue perdiendo biodiversidad por las agresiones humanas, etc., etc., etc.…

Mejor no sigo, porque como continúe con este repaso me van a entrar tentaciones de volver de nuevo a mi refugio a la sombra para seguir hibernando…